Amazon desafía el dominio de Nvidia con su nueva estrategia de chips

La conferencia re:Invent de AWS ha servido de escenario para que Amazon demuestre, una vez más, que su negocio trasciende con creces el comercio electrónico. La presentación de su nueva arquitectura de hardware para inteligencia artificial ha desatado un notable optimismo entre los analistas, quienes vislumbran un importante potencial alcista para la acción. No obstante, el gráfico de cotización aún no refleja este entusiasmo, lo que plantea una pregunta clave para el mercado: ¿estamos ante una oportunidad de inversión excepcional?

Los cimientos para el optimismo son robustos. Los resultados del tercer trimestre superaron claramente las expectativas de beneficio, un dato fundamental que no pasa desapercibido para los grandes inversores institucionales, cuyo interés en la compañía va en aumento. Esta solidez operativa es el telón de fondo de la última movida estratégica del gigante tecnológico.

La doble jugada en semiconductores

El núcleo de la noticia radica en la audaz incursión de Amazon en el diseño de chips. La empresa ha desvelado su nuevo procesador "Trainium3", una pieza que busca competir directamente con soluciones establecidas, como las de Nvidia. Las especificaciones son contundentes: promete multiplicar por 4,4 la potencia de cálculo y cuadruplicar la eficiencia energética en comparación con su predecesor.

Sin embargo, la estrategia es más matizada que una simple confrontación. En paralelo, la dirección de Amazon ha anunciado el desarrollo del futuro "Trainium4" en colaboración con la propia Nvidia. Este enfoque dual persigue un objetivo claro: reducir la dependencia de proveedores externos y, al mismo tiempo, ofrecer a los clientes de AWS alternativas más económicas para entrenar sus modelos de IA. La meta final es reforzar aún más su división en la nube, que ya opera con una tasa de ingresos anualizada de 132.000 millones de dólares.

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El respaldo unánime de la banca de inversión

La reacción del mundo financiero no se ha hecho esperar. Grandes firmas como J.P. Morgan y Mizuho Securities han reiterado sus recomendaciones de compra, estableciendo objetivos de precio muy por encima de la cotización actual. Un análisis destacado es el de Bank of America, que subraya cómo la fuerte demanda de infraestructura de IA podría acelerar el crecimiento de AWS hasta un 25% en el año 2026.

El consenso es abrumador. El 95% de los analistas que cubren la acción mantiene una recomendación de compra, y el precio objetivo promedio consensuado por el mercado sugiere un potencial de revalorización superior al 27% desde los niveles actuales.

La desconexión con el gráfico

A pesar de este panorama fundamental y estratégico tan favorable, la acción muestra un comportamiento titubeante en el mercado. Cotizando alrededor de 199,40 euros, el valor acumula una caída aproximada del 7% desde enero y se negocia con una distancia significativa respecto a sus máximos del último año.

La gran incógnita que ahora observan los inversores es si el lanzamiento de esta nueva familia de productos proporcionará el impulso necesario para romper la tendencia bajista reciente y cerrar la brecha entre el precio de mercado y las ambiciosas valoraciones que propone el análisis financiero. La disyuntiva entre la ofensiva tecnológica y la cotización presenta un escenario de lo más interesante.

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