Amazon: ¿Alerta de insiders en pleno rally bursátil?

La cotización de Amazon vive una aparente contradicción que capta la atención de los mercados. Por un lado, el valor experimenta un sólido comportamiento alcista, con avances del 5% esta semana hasta situarse en los 233 dólares. Sin embargo, esta fortaleza contrasta con una oleada de ventas por parte de los máximos directivos, liderada por el propio fundador Jeff Bezos, quien ha liquidado participaciones por valor de 5.650 millones de dólares.

Detrás del reciente repunte se encuentra el extraordinario desempeño de Amazon Web Services (AWS). La división de computación en la nube ha registrado en el tercer trimestre un crecimiento interanual del 20% en sus ingresos, marcando su mejor ritmo expansionista en los últimos once trimestres. Esta aceleración sitúa la tasa de ingresos anualizada de AWS en los 132.000 millones de dólares.

La apuesta por la inteligencia artificial está demostrando su efectividad comercial. Los chips Trainium, desarrollados internamente por Amazon, han experimentado un incremento en la demanda superior al 150% respecto al trimestre anterior. Un hito significativo lo constituye el acuerdo multianual con OpenAI, que compromete un volumen de negocio de 38.000 millones de dólares en capacidad de computación de AWS.

Los resultados operativos globales respaldan el entusiasmo: el beneficio por acción alcanzó 1,95 dólares en el tercer trimestre, superando ampliamente las estimaciones de 1,57 dólares. Los ingresos totales crecieron un 13,4%, hasta los 180.170 millones de dólares.

Movimientos institucionales: entre la cautela y la confianza

El comportamiento de los grandes inversores institucionales refleja posturas divergentes. Durante el tercer trimestre de 2025, 2.934 instituciones incrementaron sus posiciones accionariales, mientras que 2.283 las redujeron. UBS Asset Management realizó una de las operaciones más destacadas, aumentando su participación en 60,6 millones de títulos, lo que representa un incremento del 77%.

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En el extremo opuesto, Kingstone Capital optó por liquidar completamente su posición, vendiendo 132,6 millones de acciones por un valor aproximado de 29.100 millones de dólares. Esta disparidad de estrategias subraya la coexistencia de enfoques: algunos actores aseguran beneficios mientras otros se posicionan para el próximo ciclo de crecimiento impulsado por IA.

La paradoja de los analistas frente a los insiders

La comunidad analítica mantiene un optimismo prácticamente unánime. Los 30 analistas que cubren el valor recomiendan la compra, sin que exista ninguna recomendación de venta. El precio objetivo mediano se sitúa en 300 dólares, aproximadamente un 30% por encima de los niveles actuales. Algunas firmas como Rosenblatt son incluso más optimistas, estableciendo su objetivo en 305 dólares, mientras que Mizuho lo fija en 315 dólares.

La valoración actual, que ronda las 32 veces los beneficios estimados, se justifica según los expertos por la reactivación del crecimiento en la nube y la expansión de márgenes en el negocio comercial. No obstante, persiste la pregunta clave: ¿por qué los máximos responsables, quienes mejor conocen las perspectivas reales del negocio, están reduciendo tan significativamente sus participaciones?

El éxodo directivo: una señal que no pasa desapercibida

El contraste entre las expectativas alcistas y el comportamiento de los insiders resulta particularmente llamativo. En los últimos seis meses se han registrado 73 operaciones de venta por parte de directivos y cero operaciones de compra. La operación de Jeff Bezos, que ha vendido 25 millones de acciones por valor de 5.650 millones de dólares, constituye la más relevante cuantitativamente.

Pero no es un caso aislado. Matthew Garman, máximo responsable de AWS, realizó el 21 de noviembre una venta de 17.768 acciones por aproximadamente 3,85 millones de dólares. Esta consistente tendencia vendedora entre la cúpula directiva genera interrogantes sobre si conocen información que todavía no se refleja en los datos públicos, incluso cuando los fundamentos operativos parecen sólidos.

La divergencia entre el entusiasmo analítico y la cautela de los insiders plantea un escenario complejo para los inversores, que deben ponderar si se enfrentan a una oportunidad de compra en el inicio de un nuevo ciclo alcista o a una señal de alerta sobre posibles desafíos futuros.

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