Amazon apuesta por el liderazgo en IA con una inversión estratégica de 10.000 millones

El gigante del comercio electrónico y la nube, Amazon, está dando pasos decisivos para posicionarse a la vanguardia de la carrera por la inteligencia artificial. En un movimiento doble que combina una ambiciosa inversión externa con una profunda reestructuración interna, la compañía busca consolidar su futuro en esta tecnología transformadora.

El 17 de diciembre, el consejero delegado Andy Jassy anunció una reorganización integral de todas las actividades de inteligencia artificial de la empresa. La nueva estructura agrupará bajo un único mando, el del veterano de 27 años en Amazon Peter DeSantis, tres áreas fundamentales para el futuro:
* La investigación en inteligencia artificial general (AGI).
* El desarrollo de sus propios chips especializados, Trainium e Inferentia.
* Los proyectos de computación cuántica.

Esta consolidación supone la salida de Rohit Prasad, hasta ahora responsable máximo de IA y antiguo director de Alexa, cuya marcha se efectuará a final de año. La dirección de la investigación de modelos frontera recaerá en Pieter Abbeel, cofundador de Covariant. Jassy ha calificado este cambio como un "punto de inflexión" para la IA generativa en Amazon.

La negociación clave: 10.000 millones condicionados a sus chips

En paralelo a esta reordenación, Amazon se encuentra en avanzadas negociaciones para realizar una megainversión de hasta 10.000 millones de dólares en OpenAI, el creador de ChatGPT. Según informaciones coincidentes de Bloomberg y The Information, este acuerdo elevaría la valoración de la startup por encima de los 500.000 millones de dólares.

Sin embargo, la financiación contendría una condición estratégica: OpenAI debería utilizar para sus necesidades de computación los chips Trainium, diseñados por Amazon. Este posible pacto llega en un momento crucial, tras la transformación de OpenAI en una empresa con ánimo de lucro en octubre de 2025 y el relajamiento de su vínculo exclusivo con Microsoft.

Para Amazon, sería su segunda gran apuesta en el sector, después de comprometer 8.000 millones de dólares en Anthropic. Cabe recordar que ya en noviembre de 2025, OpenAI se comprometió a adquirir capacidad en la nube de Amazon Web Services (AWS) por valor de 38.000 millones de dólares.

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Una estrategia con doble objetivo: independencia y rentabilidad

La lógica detrás de estos movimientos es clara y tiene dos vertientes. Por un lado, al unificar el desarrollo de chips y modelos de IA, Amazon pretende reducir su dependencia de las costosas GPU de Nvidia, un factor clave para mejorar los márgenes de su división de cloud, AWS.

Por otro, una inversión en OpenAI ligada al uso de sus procesadores crearía de inmediato un gran cliente para su hardware interno, justificando así las enormes inversiones en infraestructura. Solo en los primeros nueve meses de 2025, la compañía ha destinado 90.000 millones de dólares a este capítulo.

No obstante, algunas voces críticas, como el comentarista Jim Cramer, cuestionan la sostenibilidad a largo plazo de un modelo en el que los proveedores de nube invierten miles de millones en startups que, a su vez, gastan ese capital inmediatamente en servicios cloud, creando una especie de economía circular.

El contexto financiero: solidez y optimismo analítico

Amazon se mueve desde una posición de fortaleza financiera. En el tercer trimestre de 2025, sus ingresos aumentaron un 13,4%, alcanzando los 180.200 millones de dólares. Esta robustez le otorga el margen necesario para maniobras de esta envergadura.

El sentimiento en Wall Street refleja este optimismo: el 96% de las recomendaciones de los analistas mantienen una calificación de "Compra". A principios de diciembre, TD Cowen reiteró un precio objetivo de 300 dólares por acción, mientras que Oppenheimer lo elevó a 305 dólares, citando la expectativa de que la capacidad de AWS se duplique para 2027.

Desde una perspectiva técnica, el valor ha encontrado un soporte en la zona de los 222,56 dólares. Los mercados anticipan que una confirmación oficial del acuerdo con OpenAI podría actuar como el principal catalizador para la cotización a principios de 2026, poniendo en el punto de mira el máximo del último año, situado en 258,60 dólares.

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