Tesla: La prueba de autonomía total que impulsa su valoración bursátil

Las acciones de Tesla están escribiendo un nuevo capítulo en Wall Street. El valor ha superado sus máximos históricos y ha establecido un nuevo récord, cotizando alrededor de 490 dólares. Este impulso tiene un origen concreto: la confirmación de que la compañía está realizando pruebas con vehículos completamente autónomos, sin conductor de seguridad, en las carreteras públicas de Texas. Este avance tecnológico está redefiniendo la percepción de la empresa entre los inversores.

Tras cerrar a 489,88 dólares, el título no solo recupera niveles de diciembre de 2024, sino que en el mercado extrabursátil ha añadido una subida del 3,07%, rompiendo la significativa barrera psicológica de los 490 dólares. Esta apreciación ha elevado la capitalización de mercado de Tesla a aproximadamente 1,63 billones de dólares. Con esta cifra, la firma de Elon Musk ha desbancado a Broadcom, escalando hasta la séptima posición en el ranking de las compañías estadounidenses más valiosas.

El centro de la atención es el progreso hacia la autonomía de nivel 4 y 5, considerada la piedra angular para el futuro despliegue de una flota de robotaxis. El enfoque de los analistas ha evolucionado; ya no evalúan a Tesla únicamente por sus entregas de vehículos, sino por el potencial de escalabilidad de su software de conducción autónoma. La firma Wedbush ilustra este optimismo con una proyección: una valoración de 3 billones de dólares para finales de 2026, siempre que la comercialización de esta tecnología sea exitosa.

La sombra regulatoria: un desafío en California

Sin embargo, el panorama no está exento de nubes. En California, el mercado individual más importante para Tesla en Estados Unidos, las autoridades amenazan con imponer una suspensión de ventas de 30 días. La acusación se centra en una posible publicidad engañosa en el uso de las denominaciones "Autopilot" y "Full Self-Driving". El núcleo del conflicto regulatorio es la discrepancia sobre las capacidades reales del sistema, que, según los reguladores, no cumplirían los estrictos requisitos para una autonomía de nivel 3.

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La compañía dispone actualmente de un periodo de gracia de 90 días para realizar ajustes, ya sea en la nomenclatura o en la tecnología misma. De materializarse, una prohibición de ventas en California supondría pérdidas de ingresos significativas a corto plazo y podría actuar como un freno brusco al actual rally alcista de la acción.

Divergencia analítica y datos operativos dispares

Mientras el mercado parece ignorar los riesgos, apostando por el futuro de los robotaxis, algunas voces institucionales mantienen la prudencia. Goldman Sachs, por ejemplo, mantiene una recomendación "Neutral" con un precio objetivo de 400 dólares, lo que implicaría un retroceso potencial de casi un 20% desde los niveles actuales. Sus argumentos destacan los riesgos regulatorios y una valoración que deja poco margen para decepciones.

Los datos operativos recientes presentan una imagen mixta. En noviembre, las entregas en el mercado chino crecieron casi un 10%, pero al mismo tiempo, las nuevas matriculaciones en el Reino Unido se desplomaron un 19%. Esta divergencia subraya la volatilidad de los ciclos de demanda tradicionales.

Ahora, la mirada del mercado está puesta en el próximo anuncio clave: si Tesla proporcionará un calendario concreto para el lanzamiento comercial de su servicio de robotaxis. Este será, probablemente, el próximo catalizador para una acción que ya transita a toda velocidad.

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