Alphabet: ¿El próximo gigante de 5 billones de dólares?

Mientras el foco del mercado se posa en otros nombres estridentes del sector tecnológico, Alphabet, la matriz de Google, avanza con paso firme y silencioso hacia una hazaña histórica: alcanzar una valoración de 5 billones de dólares. Con una revalorización cercana al 70% desde enero, la acción desafía el ruido y navega un panorama complejo, donde los avances en inteligencia artificial se entrelazan con desafíos legales y movimientos internos de gran calado.

El verdadero motor de crecimiento podría estar en una estrategia menos visible. Alphabet no solo está integrando su modelo de IA Gemini 3 en productos clave como la Búsqueda y Workspace para consolidar su negocio central, sino que está ejecutando un movimiento maestro en el campo del hardware.

La compañía ha iniciado la producción en serie de la séptima generación de sus Unidades de Procesamiento Tensorial (TPU), conocidas internamente con el nombre clave "Ironwood". Estos procesadores, diseñados específicamente para cargas de trabajo de IA, representan una apuesta clara por reducir la dependencia de las costosas GPU de Nvidia. El dato más revelador: se rumorea que Meta Platforms estaría cerca de cerrar un acuerdo para alquilar una capacidad masiva de estas TPUs a Google. De materializarse, Alphabet no solo validaría su tecnología, sino que crearía una nueva línea de negocio con márgenes potencialmente elevados.

Un colchón de crecimiento: La nube con un backlog descomunal

Google Cloud continúa siendo el pilar de crecimiento predecible. Los ingresos del tercer trimestre de 2025, de 15.150 millones de dólares, cuentan solo una parte de la historia. La cifra que capta la atención de los analistas es el volumen de pedidos pendientes (backlog), el cual se ha inflado hasta la astronómica cifra de 155.000 millones de dólares. Este monto, comprometido en contratos a largo plazo con grandes empresas, proporciona una visibilidad de ingresos excepcional para los próximos años y es un argumento sólido para el optimismo en Wall Street.

Los frentes legales: Un riesgo contenido

La situación regulatoria presenta dos caras con desenlaces distintos. En el caso antimonopolio relacionado con la Búsqueda, el juez Amit Mehta falló en el verano de 2025. Su decisión descartó una ruptura del conglomerado o la venta de activos como Chrome o Android. En su lugar, impuso remedios de conducta, como la prohibición de acuerdos de búsqueda exclusivos y la obligación de compartir datos. Un golpe manejable que dejó intacta la estructura corporativa.

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El segundo proceso, centrado en la pila tecnológica del negocio publicitario (Ad-Tech), ante la jueza Leonie Brinkema, concluyó las vistas a finales de noviembre. El veredicto se espera para enero o febrero de 2026. Aunque Brinkema ha mostrado escepticismo sobre forzar la venta de la bolsa publicitaria AdX, la incertidumbre persiste. Los expertos la catalogan como un "riesgo de cola" – improbable, pero no imposible.

La venta filantrópica de Brin: Sin pánico en el mercado

En medio de este escenario, el cofundador Sergey Brin realizó una enajenación de acciones valorada en más de 1.100 millones de dólares, involucrando aproximadamente 3,5 millones de títulos. Sin embargo, la operación no generó oleadas de ventas ni preocupación. La clave reside en el destino de los fondos: no se destinaron a su patrimonio personal, sino a organizaciones benéficas.

La mayor parte, 1.000 millones de dólares, se dirigió a "Catalyst4", dedicada a la investigación de enfermedades neurológicas y la protección del clima. Otras 90 millones fueron a la Sergey Brin Family Foundation, y 45 millones a la Michael J. Fox Foundation para la lucha contra el Parkinson. El mercado interpretó el movimiento como parte de una planificación patrimonial a largo plazo, no como una señal de desconfianza en la compañía.

El camino hacia los 5 billones

La cotización se consolida en la actualidad cerca de su máximo histórico, rondando los 320 dólares. Los analistas técnicos señalan que, de mantenerse los niveles de soporte, los próximos objetivos se sitúan en la banda de 350 a 370 dólares por acción. Este avance llevaría la capitalización de mercado al umbral de los 5 billones de dólares.

La convergencia de una ofensiva propia en hardware de IA, el crecimiento garantizado por la nube y un panorama legal que, aunque complejo, parece manejable, podría proporcionar el impulso definitivo para que Alphabet se una al exclusivo club de los 5 billones y redefina, una vez más, el techo del mercado tecnológico.

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