Alibaba en la encrucijada: Sanciones y semiconductores definen su rumbo

El gigante tecnológico chino Alibaba se encuentra en un momento decisivo, donde la geopolítica y la carrera por la inteligencia artificial convergen. Los inversores deben calibrar un escenario complejo, sopesando nuevas amenazas regulatorias en Estados Unidos contra decisiones tecnológicas estratégicas. La cuestión de fondo es si los vientos políticos en contra lograrán frenar sus ambiciones en IA o si la compañía podrá mantener su trayectoria de crecimiento.

Más allá del ruido político reciente, los datos oficiales revelan movimientos interesantes. Durante el tercer trimestre de 2025, la firma de gestión de activos Harbour Capital Advisors LLC estableció una nueva posición en Alibaba.

Según las declaraciones presentadas a fecha 30 de septiembre de 2025, este administrador de inversiones adquirió aproximadamente 6.900 acciones de Alibaba, con un valor cercano a los 1,25 millones de dólares estadounidenses. Aunque esta operación precede a los últimos desarrollos políticos, ilustra una dinámica del mercado: mientras los actores con visión a corto plazo reaccionan a los titulares geopolíticos, algunos inversores institucionales aprovechan los niveles de precio anteriores para construir una exposición al valor tecnológico chino. Este contraste entre el trading táctico y la acumulación de capital a largo plazo explica por qué el flujo de órdenes no es unidireccional.

La sombra de la lista de defensa estadounidense

La principal fuente de presión en estos momentos emana de Washington. Un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses está instando al Departamento de Defensa a incluir a Alibaba en una lista de empresas a las que se les presuponen vínculos con el ejército chino.

Las consecuencias de tal clasificación serían inmediatas para la cotización:
* Impondría un nuevo escalón de riesgo regulatorio.
* Podría limitar las decisiones de inversión de ciertos inversores estadounidenses, particularmente instituciones con estrictos mandatos de cumplimiento normativo.

El mero debate sobre una posible inclusión ya está enfriando el ánimo de los mercados. La confianza previamente construida en torno a las mejoras operativas en el negocio central se ha visto claramente afectada. Desde una perspectiva de mercado, esto explica por qué la acción ha tenido dificultades para superar niveles técnicos importantes y ha permanecido bajo presión.

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La apuesta tecnológica: los codiciados chips de Nvidia

En paralelo, Alibaba busca reforzar su base tecnológica en inteligencia artificial. El objetivo central es la adquisición planificada de los chips H200 de Nvidia, una nueva generación de procesadores de IA cruciales para los servicios en la nube y el entrenamiento de modelos de lenguaje extensos.

El proceso depende de dos autorizaciones:
* Desde Estados Unidos: Según los informes, la administración del expresidente Trump habría autorizado a Nvidia la exportación de los chips H200. Para el fabricante, el camino parece estar despejado.
* Desde China: Alibaba, simultáneamente, aguarda la aprobación formal de las autoridades en Pekín para importar los semiconductores.

La ganancia tecnológica sería sustancial: se espera que los chips H200 operen aproximadamente seis veces más rápido que los procesadores H20 utilizados hasta ahora. Para Alibaba, esto representa un salto significativo en eficiencia para entrenar sus propios modelos de IA y una capacidad vital para competir con rivales globales en los negocios de la nube y la inteligencia artificial. Precisamente por ello, la autorización de este hardware se considera un factor estratégico crítico, a pesar de los riesgos políticos.

Perspectiva técnica y situación bursátil

Desde el análisis técnico, la acción atraviesa actualmente una fase de consolidación. Cotizando a 128,00 €, se encuentra notablemente por debajo del máximo anual de 161,60 €, pero se mantiene muy por encima del mínimo de 78,60 €. Un dato llamativo es el RSI de 29,4, que señala un nivel de sobreventa a corto plazo.

La caída por debajo de la media móvil de 50 días sugiere que los recientes titulares políticos han interrumpido, al menos temporalmente, la tendencia alcista. No obstante, la cotización se sostiene por encima de la línea de 200 días, lo que indica que la recuperación a largo plazo iniciada a principios de año –con una subida superior al 50%– permanece intacta, aunque haya perdido impulso.

Conclusión: Un equilibrio delicado

En resumen, Alibaba navega entre dos fuerzas contrapuestas. Por un lado, la amenaza de ser incluida en una lista de defensa de EE.UU. con sus potenciales restricciones de inversión. Por el otro, la oportunidad de reforzar decisivamente su infraestructura de IA y cloud con los chips H200 de Nvidia. A corto plazo, la narrativa geopolítica domina la evolución del precio. Sin embargo, a medio plazo, lo determinante será si tanto la autorización de exportación estadounidense como el permiso de importación chino se mantienen y materializan. Las próximas decisiones a nivel regulatorio marcarán, por tanto, el próximo hito claro para el rumbo de la cotización.

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