Wolfspeed: La presión de la producción frena su recuperación bursátil

Los títulos del fabricante de semiconductores Wolfspeed se desplomaban este jueves, evidenciando la impaciencia de los inversores. A pesar de haber superado recientemente un proceso de reestructuración financiera, los persistentes obstáculos operativos en sus nuevas plantas de fabricación están ensombreciendo su perspectiva.

En la sesión matutina, hacia las 06:07 hora del este (ET), la acción llegó a caer aproximadamente un 7,2%, cotizando alrededor de 21,20 dólares. Este movimiento negativo responde directamente a las informaciones que confirman continuos retrasos en la producción de su tecnología clave de carburo de silicio (SiC) de 200 milímetros.

La estrategia de la compañía pasaba por una transición agresiva hacia esta plataforma de obleas de mayor tamaño para mejorar la eficiencia y los costes. No obstante, los últimos datos operativos revelan que el escalado de producción en sus instalaciones de Mohawk Valley y Siler City está enfrentándose a problemas de rendimiento (yield). Estos cuellos de botella amenazan con impactar negativamente en los objetivos de ingresos previstos para el tercer trimestre fiscal.

La situación se complica por la paralela salida de escena de la tecnología anterior. El cierre programado de la fábrica de Durham, dedicada a obleas de 150mm, está resultando una transición más difícil de lo anticipado, dejando a las nuevas plantas con la presión de cubrir toda la demanda.

Un contraste llamativo: Fortaleza financiera vs. debilidad industrial

Lo paradójico de la caída es el contexto de solvencia en el que se produce. A principios de diciembre, Wolfspeed recibió una devolución de impuestos de 698,6 millones de dólares por parte del IRS estadounidense, amparada en la legislación CHIPS and Science Act.

Esta inyección de capital elevó sus reservas de efectivo a aproximadamente 1.500 millones de dólares, consolidando un colchón financiero robusto tras su exitosa salida del procedimiento concursal el 29 de septiembre de 2025.

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Panorama financiero actualizado:
* Liquidez: ~1.500 millones de dólares (tras la devolución fiscal)
* Reducción de deuda: Cerca del 70% durante la reestructuración
* Vencimientos de deuda: Reprogramados hasta 2030

Sin embargo, la reacción del mercado deja claro que una hoja de balance saneada no es suficiente. Los inversores exigen ahora avances tangibles en la capacidad productiva. La red de seguridad está desplegada, pero el negocio central —la fabricación fiable de chips SiC de alta calidad— aún no demuestra su solidez.

El legado de la reestructuración y la prueba pendiente

El pasado 30 de junio de 2025, Wolfspeed se acogió al Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense, impulsada por una carga de deuda insostenible y la adopción más lenta de lo esperado de los vehículos eléctricos.

El proceso fue rápido. En apenas tres meses, la empresa emergió con una estructura de capital limpia. Aunque la reorganización diluyó significativamente el valor para los accionistas anteriores, salvó la operativa del negocio.

El sector de los semiconductores, sin embargo, es implacable. Los competidores en el nicho del SiC no han permanecido estáticos. La alta dependencia de Wolfspeed del volátil mercado automotriz añade un riesgo adicional. Con el cierre de Durham, la presión recae enteramente en el rendimiento de las nuevas líneas de 200mm.

Mirando hacia el próximo trimestre

Toda la atención se centra ahora en los próximos datos de producción y en el informe trimestral que Wolfspeed debe presentar. Desde un punto de vista técnico, la acción debe defender el nivel psicológico de 20 dólares para evitar una caída hacia los mínimos registrados tras su salida de la bancarrota.

La devolución de 700 millones garantiza la continuidad operativa hasta 2026. Pero el mensaje del mercado es nítido: si no se resuelven los problemas de rendimiento en las fábricas, la reestructuración financiera solo habrá ganado tiempo, no un futuro asegurado.

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