TSMC: Un gigante que se fortalece con la fiebre de la inteligencia artificial

La demanda global por chips avanzados para inteligencia artificial no da señales de freno, y uno de los mayores beneficiarios de esta tendencia es el fabricante taiwanés TSMC. La firma de análisis Bernstein ha revisado al alza, de forma significativa, su valoración para la compañía, destacando el papel crucial de una tecnología de empaquetado específica y proyectando un robusto crecimiento en los próximos años.

Los analistas de Bernstein han elevado sustancialmente su precio objetivo para las acciones de TSMC. En concreto, el objetivo para los títulos cotizados en Taiwán se incrementa desde 1.444 hasta 1.800 dólares taiwaneses. Para sus certificados de depósito estadounidenses (ADRs), esta revisión se traduce en un nuevo objetivo de 330 dólares estadounidenses. Partiendo de un nivel de cotización actual en torno a los 257,50 euros, esta actualización refleja un amplio margen de revalorización potencial.

Mark Li, analista de Bernstein, sostiene esta perspectiva optimista. Su argumento se basa en la confluencia de dos factores: el fuerte impulso de la demanda de técnicas especializadas de empaquetado de semiconductores y la expectativa de un crecimiento de los ingresos del 23% para el año 2026. La recomendación de inversión para el gigante de la fundición se mantiene en "Outperform".

El motor tecnológico: CoWoS

El optimismo de la firma de investigación se centra en una tecnología clave: Chip-on-Wafer-on-Substrate (CoWoS). Este sofisticado proceso permite apilar procesadores y memorias con una densidad extrema, lo que acelera radicalmente las tasas de transferencia de datos. Esta característica es fundamental para el desarrollo de los procesadores de última generación que alimentan la IA.

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Bernstein anticipa que TSMC expandirá su capacidad de producción en CoWoS hasta alcanzar las 125.000 obleas mensuales para finales de 2026. Los analistas calculan que, por sí solos, los proyectos ya anunciados por Nvidia —específicamente sus plataformas Blackwell y Rubin previstas para 2025 y 2026— podrían absorber casi la totalidad de esta capacidad disponible.

Las proyecciones clave del informe son las siguientes:

• Crecimiento de ingresos: Se prevé un 23% en 2026 y un 20% en 2027.
• Beneficio por acción (EPS): Un crecimiento anual del 20% hasta 2027.
• Inversiones (Capex): Un desembolso de 47.000 millones de dólares estadounidenses para el próximo año.
• Márgenes: Se espera solo un retroceso moderado, de aproximadamente 150 puntos básicos a lo largo de dos años.

Una oportunidad de infraestructura a largo plazo

La visión positiva de Bernstein trasciende el corto plazo. El estudio proyecta que la expansión global de los centros de datos dedicados a la inteligencia artificial requerirá, de aquí a 2029, una capacidad adicional de entre 55 y 60 gigavatios. Este ciclo de inversión en infraestructura permitiría a TSMC incrementar sus ingresos relacionados con IA a un ritmo anual en el rango medio del 40%.

En este contexto, la firma caracteriza a TSMC como un "compuesto de calidad" y una inversión básica, dada su posición estructural en el corazón del desarrollo de la infraestructura necesaria para la era de la inteligencia artificial. La compañía no solo se beneficia de la demanda actual, sino que está cimentando su papel dominante para el futuro previsible.

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