¿Se define el futuro de AMD entre la euforia y la cautela?

La acción de AMD se encuentra en el centro de un tira y afloja entre perspectivas opuestas. Por un lado, la entidad de inversión TD Cowen la ha designado como su "Mejor Idea para 2026", elevando su precio objetivo a 290 dólares. Por otro, un informe de Bloomberg ha ejercido presión sobre el título, al sugerir que Meta podría incrementar el uso de los chips TPU de Google en detrimento de los aceleradores de AMD. Esta noticia contribuyó a una caída del 7,9% en la cotización al cierre de la semana.

Los resultados del tercer trimestre ofrecen un respaldo contundente. AMD reportó unos ingresos récord de 9.250 millones de dólares, lo que supone un incremento interanual del 36%. El segmento de centros de datos fue el gran protagonista, con 4.300 millones de dólares en ventas, impulsado principalmente por los procesadores EPYC y la familia de aceleradores MI300.

Este desempeño robusto se refleja en el consenso analítico. Aproximadamente el 80% de los analistas mantiene una recomendación de "Compra", con un precio objetivo promedio que se sitúa en 278,54 dólares. Desde su nivel actual cercano a los 217,90 dólares, esto implica un potencial alcista de casi un 28%.

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La batalla por la inteligencia artificial: promesa versus riesgo

El optimismo de TD Cowen se sustenta en la próxima ofensiva de productos prevista para mediados de 2026. Los analistas confían en que la plataforma Helios y el nuevo acelerador MI450 serán catalizadores decisivos para el negocio de IA. Sus proyecciones estiman un beneficio por acción superior a los 10 dólares para el cuarto trimestre de ese año. A más largo plazo, prevén que los productos de IA de AMD generen unos ingresos acumulados de 89.000 millones de dólares hasta 2030.

Sin embargo, este escenario optimista choca con la creciente tendencia de los grandes hyperscalers como Meta a desarrollar o adoptar soluciones de chips alternativas. La revelación de Bloomberg sobre un posible mayor uso de las Tensor Processing Units de Google tomó al mercado por sorpresa, dado que muchos inversores daban por sentado que Meta sería un cliente clave para los chips de IA de AMD.

A pesar de esta volatilidad reciente, los grandes inversores institucionales muestran interés. El Banco Central de Noruega ha establecido una nueva posición valorada en unos 3.090 millones de dólares. Por su parte, StoneX Group ha ampliado su participación en la compañía en un 33,6%.

El desenlace final dependerá de la capacidad de AMD para capturar cuota de mercado relevante en IA con su generación MI450 y la plataforma Helios. El lanzamiento de estos productos a mediados de 2026 servirá como prueba de fuego para determinar si la tesis alcista de los analistas se impone, o si, por el contrario, la autonomía de los gigantes tecnológicos redefine el panorama.

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