Rigetti Computing: el interés institucional se intensifica ante la expectativa cuántica

La acción de Rigetti Computing atrae un notable flujo de capital institucional en un contexto de valoraciones extremas. Mientras analistas como los de Mizuho Securities emiten recomendaciones de compra y grandes fondos incrementan sus participaciones, los fundamentos económicos de la empresa especializada en computación cuántica presentan una realidad muy distinta. Esta divergencia plantea un debate crucial sobre si se trata de una apuesta visionaria o de una sobrevaloración especulativa.

Recientes declaraciones regulatorias han revelado movimientos significativos por parte de importantes actores institucionales. Headlands Technologies aumentó su posición en Rigetti en más de un 215% durante el segundo trimestre. Otras firmas como Tower Research Capital y Two Sigma Securities también ampliaron de forma notable su exposición a la acción.

Este comportamiento se enmarca en una tendencia más amplia de los últimos doce meses: las entradas netas de capital institucional suman 1.190 millones de dólares, frente a salidas de aproximadamente 243 millones. El respaldo parece fundamentarse en una apuesta a largo plazo sobre el potencial disruptivo de la tecnología cuántica, más que en los resultados actuales.

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Una valoración en territorio especulativo

Los datos fundamentales contrastan radicalmente con el entusiasmo del mercado. La capitalización bursátil de Rigetti supera los 8.500 millones de dólares, mientras que sus ingresos anuales previstos para 2025 se sitúan en solo 5,2 millones. A esto se suma que la venta de dos sistemas Novera por 5,7 millones de dólares, realizada en octubre, no se contabilizará como ingreso hasta la primera mitad de 2026.

Estas cifras implican un ratio precio-venta superior a 1.000, una métrica extraordinariamente elevada incluso para el sector tecnológico. La comparación con el éxito de Nvidia, que a menudo sirve de referencia, resulta arriesgada: Nvidia domina un mercado maduro, mientras que Rigetti sigue inmersa en la fase de desarrollo de sistemas cuánticos tolerantes a fallos. Actualmente, la cotización ronda los 22,40 euros, un 53% por debajo de su máximo del último año.

Perspectivas: la mirada puesta en 2026

El horizonte inmediato sugiere una alta volatilidad, alimentada por la divergencia entre los objetivos de precio de los analistas y la realidad del mercado. Mizuho establece un precio objetivo agresivo de 50 dólares (unos 47 euros), muy por encima del consenso promedio del mercado, situado en 28,50 dólares (aproximadamente 27 euros).

El verdadero punto de inflexión para la valoración de la empresa podría llegar en 2026. La ejecución fluida de las entregas de los sistemas Novera y el logro de hitos tecnológicos clave serán determinantes para una revalorización sostenida. Hasta entonces, es probable que el precio de la acción continúe siendo muy sensible al flujo de noticias y a los movimientos de capital de los grandes inversores institucionales.

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