El dilema de Nvidia: La demanda china que podría mover miles de millones

El gigante tecnológico Nvidia se encuentra en una encrucijada estratégica de enormes proporciones en Asia. La reciente autorización condicional del gobierno estadounidense para exportar su potente chip H200 a China ha desatado una avalancha de pedidos por parte de las grandes corporaciones tecnológicas del país. Este movimiento sitúa a la compañía líder en inteligencia artificial ante la posibilidad de un negocio multimillonario, aunque una decisión pendiente en Pekín actúa como el último y decisivo escollo.

A pesar del optimismo en el sector empresarial, la luz verde final del gobierno chino aún no se ha concedido. Las autoridades se debaten en un dilema complejo. Por un lado, la importación masiva del H200 podría socavar los objetivos nacionales de autosuficiencia tecnológica. Por otro, la realidad es que las alternativas locales todavía no están a la altura; el chip de Nvidia ofrece entre el doble y el triple de potencia de cálculo que los mejores aceleradores desarrollados en China.

Según informaciones del sector, se estaría evaluando una solución de compromiso para desbloquear la situación. Cada compra de chips H200 podría vincularse a la obligación de adquirir también un porcentaje determinado de semiconductores de fabricación nacional. Empresas tecnológicas chinas están ejerciendo una intensa presión lobby para garantizar su acceso a esta tecnología avanzada.

Capacidad de producción bajo estrés

La respuesta de Nvidia a esta demanda desbordante ha sido comunicar a sus clientes chinos que está evaluando una expansión significativa de la capacidad de fabricación del procesador H200, tal como reporta la agencia Reuters. La razón es directa: los pedidos actuales desde China superan con creces la oferta disponible. La presión es tan fuerte que la compañía se inclina por reservar capacidad adicional con sus socios fabricantes.

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Para firmas como Alibaba y ByteDance, el H200 resulta extremadamente atractivo. Está considerado el segundo chip de IA más rápido de Nvidia y es aproximadamente seis veces más potente que el H20, una versión limitada creada específicamente para cumplir con las restricciones de exportación anteriores. El analista Aaron Rakers, de Wells Fargo, estima que este giro político y la consiguiente demanda podrían inyectar entre 25.000 y 30.000 millones de dólares adicionales en los ingresos anuales de la empresa, a pesar de la tasa de venta del 25% impuesta durante la administración Trump.

Cuellos de botella en la cadena de suministro y contexto de mercado

Ampliar la producción no es una tarea sencilla. El chip H200 se fabrica en el proceso de 4 nanómetros de TSMC, cuyas líneas de producción ya están bajo una fuerte presión por los nuevos chips Blackwell de Nvidia y la futura arquitectura Rubin. Además, Nvidia compite por esta capacidad limitada con otros grandes clientes como Google.

La solidez de la demanda global de infraestructura de IA quedó recientemente confirmada por los resultados de Broadcom. El fabricante de semiconductores reportó un aumento del 28% en sus ingresos, con los provenientes de la inteligencia artificial subiendo un 74%. Esta es una señal clara de la fortaleza del sector, que Nvidia domina con más del 90% de cuota de mercado en las GPU para centros de datos.

En los mercados financieros, estas noticias no lograron contrarrestar la presión vendedora reciente. La acción de Nvidia cerró la sesión del viernes en 149,14 EUR, lo que supone una caída del 3,24% en la jornada. Los observadores atribuyen este movimiento principalmente a la debilidad general del sector tecnológico, tras los pronósticos decepcionantes de Oracle que avivaron preocupaciones temporales sobre el gasto en IA.

La pelota está ahora en el tejado de los reguladores chinos. Si Pekín da su aprobación, Nvidia se enfrenta a un impulso de ingresos masivo que, según su CEO Jensen Huang, podría abrir un mercado de hasta 50.000 millones de dólares. El sentimiento analítico se mantiene positivo: 39 de los 41 expertos que cubren la acción continúan recomendando su compra, con objetivos de precio muy por encima de los niveles actuales.

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