Broadcom: La paradoja de los resultados récord y el desplome bursátil

En una jornada de fuertes contrastes, las acciones de Broadcom han registrado una de sus peores caídas en medio lustro, a pesar de que el gigante de los semiconductores ha publicado cifras trimestrales que superan todas las expectativas. El mercado ha castigado al valor con una venta masiva, una reacción que pone el foco en los riesgos que esconde un crecimiento desbordado impulsado por la inteligencia artificial.

Broadcom presentó unos números que, en superficie, son excepcionales. Su facturación del último trimestre alcanzó los 18.020 millones de dólares, mientras que el beneficio por acción se situó en 1,95 dólares, por encima de las previsiones de los analistas. Sin embargo, los inversores han decidido pasar por alto estos titulares positivos para concentrarse en una advertencia lanzada por el propio consejero delegado, Hock Tan, durante la conferencia de resultados.

La preocupación central es la rentabilidad del negocio de IA. Aunque los ingresos en este segmento se han disparado, los márgenes de beneficio que generan son sensiblemente inferiores a los del tradicional negocio de software y redes. La dirección de la compañía ha anticipado para el primer trimestre una contracción de aproximadamente 100 puntos básicos en el margen bruto. Este pronóstico ha encendido las alarmas sobre una posible erosión de la rentabilidad global del grupo a causa del auge de la IA.

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La reacción del mercado y el modelo de negocio bajo presión

La respuesta de Wall Street no se ha hecho esperar y ha sido contundente. En el espacio de apenas tres sesiones, el valor de la acción se ha reducido en casi un 20%. Cotizando ahora alrededor de los 285 euros, el título se encuentra muy por debajo de su máximo anual de 353,15 euros, alcanzado recientemente.

Este movimiento refleja un nerviosismo profundo sobre un cambio estructural en el modelo de negocio de Broadcom:

• Crecimiento explosivo en IA: Los ingresos vinculados a la inteligencia artificial experimentaron un incremento interanual del 74%, hasta los 8.200 millones de dólares.
• Falta de poder de fijación de precios: A diferencia de lo que sucede con Nvidia y sus unidades de procesamiento gráfico (GPU), Broadcom opera en el segmento de los circuitos integrados de aplicación específica (ASIC). Esta actividad depende de grandes contratos de volumen con unos pocos clientes clave, como Google o Meta, quienes tienen una mayor capacidad para negociar condiciones comerciales más ajustadas.
• Un escepticismo sectorial: Temores similares han afectado recientemente a otras firmas tecnológicas, como Oracle. La duda que planea en el mercado es si el boom de la IA generará a la larga una rentabilidad en los balances comparable a la de ciclos tecnológicos anteriores.

Perspectivas: Volatilidad a corto plazo, optimismo a largo

Pese a la severa corrección y la pérdida de confianza inmediata, la visión a largo plazo para muchos expertos no se ha visto alterada. Analistas de UBS, por ejemplo, estiman que los ingresos por semiconductores para IA podrían triplicarse de aquí a 2026.

El principal desafío para la dirección de Broadcom en los próximos trimestres será estabilizar los márgenes mediante mejoras en la eficiencia operativa. No obstante, a corto plazo es previsible que la volatilidad se mantenga elevada. Los operadores estarán atentos a si el soporte técnico en la franja de 335 a 340 dólares (equivalente aproximado en euros al cambio actual) logra contener la caída.

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