AMD asegura su continuidad en el mercado chino tras aceptar una tasa de exportación

La fabricante de semiconductores AMD ha tomado una decisión pragmática para navegar las complejas tensiones geopolíticas del sector. La compañía ha aceptado pagar un impuesto especial del 15% establecido por la administración estadounidense, una condición confirmada por su directora ejecutiva, Lisa Su, para reanudar los envíos de sus chips de inteligencia artificial a China. Este movimiento estratégico se produce en un contexto de presión adicional por el lado de la oferta, donde cuellos de botella en la memoria están impulsando al alza los costes de producción.

Durante su intervención en una conferencia en San Francisco el 4 de diciembre de 2025, Lisa Su dejó clara la postura de la empresa. AMD posee las licencias necesarias para exportar a China su acelerador MI308, una versión específicamente adaptada y con prestaciones limitadas de la potente serie Instinct MI300X. Esta modificación técnica es un requisito para cumplir con los estrictos controles de exportación de Estados Unidos.

Con esta decisión, AMD sigue el camino marcado previamente por su rival Nvidia, que ya acordó una regulación fiscal similar en agosto de 2025. El mercado chino mantiene una demanda significativa de tecnología occidental de alto rendimiento, a pesar de los mandatos de Pekín que priorizan el uso de chips locales en los centros de datos con financiación estatal. Para AMD, el acceso a este mercado justifica el coste adicional.

Presiones en la cadena de suministro afectan a los precios

Paralelamente a los desafíos regulatorios, AMD se enfrenta a tensiones operativas. La empresa se está viendo obligada a incrementar los precios de toda su cartera de unidades de procesamiento gráfico (GPU). Este ajuste no responde a un objetivo de aumentar márgenes, sino a un encarecimiento real de los componentes.

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La causa raíz es una escasez global en el mercado de memoria. La expansión masiva de centros de datos para IA está absorbiendo una capacidad de producción de RAM (memoria de acceso aleatorio) enorme a nivel mundial. Los proveedores están priorizando a estos lucrativos clientes empresariales frente al mercado de consumo tradicional. La gravedad de la situación queda ilustrada por la decisión del fabricante de memoria Micron de reducir drásticamente su división para usuarios finales, Crucial.

Para AMD, este entorno se traduce en costes de adquisición más elevados, que ahora trasladará al mercado. El recargo se estima en aproximadamente 10 dólares estadounidenses por cada 8 GB de memoria VRAM.

Fundamentos sólidos en un panorama competitivo

A pesar de una reciente corrección bursátil—la acción ha perdido alrededor de un 16% en los últimos 30 días, cotizando a 187,40 euros—los fundamentos de AMD permanecen robustos. Los resultados del tercer trimestre de 2025 mostraron un salto en los ingresos del 36%, hasta los 9.200 millones de dólares. El segmento de centros de datos, impulsado por los procesadores EPYC y los aceleradores Instinct, actuó como el principal motor de este crecimiento.

No obstante, la competencia es intensa. Nvidia continúa dominando el sector de la IA con su ecosistema CUDA y su serie Blackwell. Intel avanza con su hoja de ruta para 2025 y ARM persigue objetivos agresivos de cuota de mercado en el ámbito de las CPU. Como respuesta, AMD está optando por una estrategia ofensiva basada en alianzas.

La compañía ha establecido nuevas asociaciones estratégicas, incluido un acuerdo con OpenAI para proporcionar 6 gigavatios de capacidad de GPU, así como colaboraciones con Cisco y HPE. El objetivo es consolidar su posición en el mercado de infraestructura y capturar un papel protagonista en el previsto mercado de capacidad de computación, valorado en un billón de dólares.

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