Alibaba: La cautela se instala entre los analistas

El gigante tecnológico chino Alibaba se enfrenta a un escenario de creciente prudencia en los mercados. A pesar de mostrar avances significativos en inteligencia artificial y un sólido desempeño en su división de computación en la nube, la firma de investigación Arete Research ajustó su recomendación para la acción el pasado 9 de diciembre, pasando de "Compra" a "Neutral". Este movimiento refleja dudas sobre la velocidad a la que las nuevas iniciativas en IA podrán generar ingresos tangibles, sumado a la intensa competencia que persiste en su negocio central de comercio electrónico.

La incertidumbre no proviene únicamente de la empresa. Las señales económicas recientes desde Pekín han contribuido a la presión sobre los valores tecnológicos chinos. Aunque el Politburó prometió medidas más activas para impulsar la demanda interna, la ausencia de un paquete de estímulo concreto y de gran envergadura decepcionó a los inversores. Esta falta de claridad genera escepticismo sobre una recuperación rápida del consumo privado, un factor crucial para las plataformas de comercio electrónico de Alibaba, que dependen de un consumidor con poder adquisitivo.

El impacto en Wall Street fue inmediato. Junto con las acciones de Alibaba, otros valores tecnológicos chinos cotizados en Estados Unidos, como Baidu y Bilibili, también experimentaron presión vendedora.

Un contraste en las perspectivas de los expertos

La decisión de Arete Research incluyó el establecimiento de un nuevo precio objetivo de 172 dólares por acción. Si bien esta cifra se mantiene por encima del nivel cercano a los 155,60 dólares en que cotiza actualmente, transmite un optimismo notablemente menor. Su preocupación central reside en que la agresiva expansión de Alibaba en IA consume recursos considerables, mientras que la monetización de estos esfuerzos parece demorarse.

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Este punto de vista contrasta con el consenso mayoritario del mercado. Según los datos agregados por MarketBeat, el precio objetivo promedio se sitúa en 194 dólares, lo que implica una potencial revalorización de aproximadamente un 24% desde los niveles actuales. La mayoría de los analistas mantiene una recomendación de "Compra Moderada". La postura cautelosa de Arete actúa así como un ejemplo de una tendencia más amplia hacia la precaución, que ya se refleja en la evolución del precio de la acción.

Fortalezas operativas: La nube y la IA despegan

A nivel operativo, Alibaba continúa ejecutando su estrategia en inteligencia artificial con determinación. Una muestra de su tracción es el rendimiento de su aplicación de chat Qwen, que alcanzó 18,34 millones de usuarios activos mensuales en noviembre. Este dato representa un incremento cercano al 149% respecto al mes anterior, indicando una adopción rápida de la tecnología.

Poco después, a finales de noviembre, la compañía dio un paso más en la materialización de su apuesta por la IA con el lanzamiento en China de las Quark AI Glasses. Los modelos S1 y G1, con precios que oscilan entre 240 y 475 euros, incorporan el modelo Qwen directamente en unas gafas de datos. Con esta jugada, Alibaba incursiona en el competitivo terreno del hardware portable con IA, un espacio donde ya operan rivales como Meta.

Paralelamente, la división de Cloud Intelligence Group se erige como un pilar de estabilidad y crecimiento. En el trimestre finalizado en septiembre, los ingresos por la nube aumentaron un 34% interanual. Los productos directamente relacionados con la inteligencia artificial dentro de este segmento incluso registraron crecimientos de tres dígitos. Este desempeño consolida a Alibaba como una pieza infraestructural fundamental para el ecosistema de IA en China, compensando en parte los desafíos que enfrenta su negocio tradicional de e-commerce ante la competencia de Pinduoduo y Douyin.

Conclusión: Una encrucijada entre potencia y prudencia

Con una capitalización de mercado que ronda los 371.000 millones de dólares, Alibaba sigue siendo un coloso indiscutible. Sin embargo, su acción navega entre la demostración de fortaleza fundamental en áreas clave y la cautela macroeconómica y competitiva. La pregunta crítica para los inversores es si el ecosistema alrededor de Qwen podrá convertir su creciente base de usuarios en flujos de ingresos con la suficiente rapidez para cumplir con las altas expectativas. La respuesta a este interrogante será determinante para evaluar si el valor podrá acercarse de nuevo a su máximo anual de 192,67 dólares en el horizonte de 2026.

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