Alibaba: La apuesta por la IA que pone a prueba su rentabilidad

El gigante tecnológico chino se encuentra en una fase de transformación crítica. Sus inversiones masivas en inteligencia artificial están generando un crecimiento espectacular en algunos segmentos, pero al mismo tiempo están erosionando sus beneficios. La estrategia de la compañía plantea un dilema fundamental: ¿está sacrificando la rentabilidad a corto plazo para asegurar su liderazgo futuro?

A pesar de la reciente caída de aproximadamente un 7% en el valor de la acción en los últimos 30 días, los analistas mantienen una visión constructiva. El título cotiza actualmente en los 135,40 euros. Firmas como Susquehanna y Bernstein SocGen Group reiteran sus valoraciones positivas, aunque con algunos ajustes menores en sus objetivos de precio, señalando que la valoración actual aún ofrece potencial.

Este sentimiento parece extenderse entre los grandes inversores. Informes recientes indican que gestores institucionales, como CIBC Bancorp, y varios fondos de cobertura están aprovechando los precios más bajos para aumentar sus posiciones. Su tesis se basa en la evolución de Alibaba: ya no es percibido como un simple comerciante electrónico, sino como un holding tecnológico diversificado.

El motor de crecimiento: la nube y el fenómeno Qwen

El centro neurálgico de este crecimiento es, sin duda, su división de computación en la nube. Este segmento se ha disparado, registrando un incremento interanual del 34%. La demanda insaciable de productos relacionados con la inteligencia artificial por parte de los clientes de la nube pública es el principal combustible de esta expansión.

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Un ejemplo emblemático de este éxito es la aplicación "Qwen". Su lanzamiento ha sido un fenómeno global, con tasas de crecimiento que superan el 149% y más de 10 millones de descargas en la primera semana tras su debut en versión beta pública. Este impulso en software se complementa con una ofensiva en hardware. La compañía ha entrado de lleno en el competitivo mercado de los wearables para consumidores con sus nuevas gafas inteligentes "Quark S1", desafiando directamente a los rivales occidentales.

La otra cara de la moneda: los beneficios se contraen

Sin embargo, este crecimiento agresivo tiene un coste elevado. Para consolidar su posición tecnológica a largo plazo, la dirección ha aceptado conscientemente un deterioro significativo en sus resultados financieros. En el último trimestre reportado, el beneficio neto se ha reducido a casi la mitad.

La explicación reside en los gastos masivos destinados a la expansión de la infraestructura de centros de datos y en las subvenciones ofrecidas para capturar cuota de mercado rápidamente. El mensaje para los inversores es claro: en esta etapa, la expansión tiene prioridad sobre el margen.

Conclusión: La incógnita principal sigue sin resolverse. Alibaba ha demostrado su capacidad para crecer en áreas tecnológicas clave, pero el mercado esperará en los próximos trimestres señales concretas de que estas cuantiosas inversiones pueden traducirse en una rentabilidad sostenible.

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